Tiempo estimado de lectura: 6 minutosCon el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento es activo. Esta tendencia mundial hace que proliferen propuestas para adultos mayores.
Los adultos mayores participan hoy en día de distintos espacios que antes eran impensados para ellos, pues el envejecimiento se ha vuelto activo en todo el mundo. Por un lado, esto es un reflejo del aumento de la longevidad. Por otro, se relaciona con el interrogante de qué hacemos cuando nos jubilamos.
Los cambios de época vienen acompañados de transformaciones sociales que modifican los comportamientos culturales. Muchas veces traen aparejados otros paradigmas que generan la apertura de modelos desconocidos y abren nuevos rumbos. Así, los mayores de 60 años que a pesar de estar jubilados se mantienen vitales, comienzan a encontrar más actividades dirigidas a ellos.
Cada vez más longevos
La longevidad es cada vez mayor, indica el último informe de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la población que supera los 60 años. El reporte también señala que la
esperanza de vida a nivel mundial ha tenido un aumento de 5,5 años entre 2000 y 2016.
Al aumento de la esperanza de vida se suman las nuevas tendencias para envejecer de una manera más saludable y jubilarse a los 60 años o dentro de esa década. En conjunto, todo lleva a la necesidad de seguir realizando sueños, esas metas que quedaron postergadas por tiempo, espacio familiar o la crianza de hijos y la ocupación laboral.
Sistemas previsionales en jaque
“Hoy, felizmente, eso ocurre entre los 80 y los 90. Es decir, que nos quedó esta brecha entre la edad del retiro y el fin de la vida. Si se tiene en cuenta que se llega con mayor vitalidad a esa edad, nos queda una enorme vida pos jubilatoria de 30 años, vacía de actividades», completa el académico.
Propuestas para mayores
Los países del llamado primer mundo ya trabajan activamente sobre esta población calificada como pasiva, ese conjunto de personas que conforman el grupo etario de 60 años en adelante. Es un sector muy valorado, y los gobiernos gestionan proyectos y actividades dirigidas exclusivamente a las personas que lo integran.
Por su parte, las empresas del ámbito privado y los diversos organismos estatales, planifican y llevan adelante la tarea de incorporar personas jubiladas. También ofrecen una infinita variedad de voluntariados donde los principales protagonistas son los adultos mayores.
Ciudad de Buenos Aires
En sus distintas locaciones, la administración de
Horacio Rodríguez Larreta sumó a casi 2000 adultos mayores. Ellos se dedican a ayudar, orientar y realizar una interesante variedad de tareas dentro de diversos organismos porteños, como el Centro de Información al Turista, el Jardín Botánico, el Rosedal, algunos museos y registros civiles, y centros de primera infancia.
La Jefatura de Gobierno Porteño, a través de la
Secretaría de Integración Social, decidió implementar este programa para adultos mayores en 2017, y trajo
resultados positivos tanto para el Estado municipal, como para los ciudadanos y ciudadanas que participan de las distintas pasantías y voluntariados que se ofrecen.
El
objetivo detrás de esta propuesta fue paliar una demanda que surgía en cientos de actividades que se realizaban para hombres y mujeres de más de 60 años.
«Entre los adultos mayores existe una necesidad de estar integrados, de ser parte de las actividades de una forma activa y no sólo pasiva. Nos dimos cuenta de que, al mismo tiempo, hay un gran potencial en ellos”, destaca
Rosario Angelillo, titular de la
Gerencia de Envejecimiento Productivo porteña.
Para este grupo etario es fundamental la capacitación, y muchos tienen ganas de seguir perfeccionándose. “Si reciben la formación adecuada, pueden hacer un aporte que es muy valioso para todos. Para ellos, y para quienes se encuentran con su amabilidad y buena disposición», puntualiza.
Educación para +60 años
“A lo largo de mi experiencia pedagógica en la enseñanza-aprendizaje con adultos mayores, puedo afirmar que, son personas ávidas de conocer algo nuevo de manera constante”, sostiene el profesor universitario Juan Manuel Obregón, que ha dictado distintos talleres para este grupo.
Ficción y adaptación al cambio
En plena cuarenta obligatoria,
Netflix ofrece
“Pasante de moda”. En esta película
Robert De Niro encarna a un
adulto mayor de 70 años retirado del mundo laboral, viudo y con mucho tiempo disponible para seguir haciendo tareas y ocupándose de su vida con total plenitud. Entonces, el protagonista
se postula junto a otros jóvenes como pasante de una compañía que vende indumentaria por Internet.
“Aunque pensé en lo gracioso de tener un pasante de 70 años, también pensé que es una situación que está sucediendo a nuestro alrededor”, expresa la escritora, productora y directora de la pelicula,
Nancy Meyers.
«Las compañías tienen mucho que ganar del valor que brinda la generación de adultos mayores”, añade.
En la ficción, el pasante siente un vacío en su vida y necesita llenarlo con una actividad que sea responsable. Elegante, distinguido, canoso y vestido para trabajar con traje y corbata, el protagonista se hace presente en medio de compañeras y compañeros de oficina de entre 20 y 30 años que tienen un look mucho más informal, acorde a esta época.
“La ficción nos trae siempre algo de la realidad. Por ejemplo, en 2010 salieron varias películas relacionadas con los adultos mayores; el ir a la facultad o la temática del sexo, que antes para ellos era algo tabú”, señala la Licenciada en Periodismo
Viviana Bien, quien realiza una amplia investigación sobre los adultos mayores y los factores positivos que influyen en este grupo etario pos jubilatorio,
“Para mí esta película deja la imagen de un adulto mayor responsable, con ganas de aprender, sentirse útil, con constancia y disciplina, capaz de seguir aprendiendo, pero por sobre todo con ganas de vivir”, completa la profesional, especializada en el tema.
La importancia de llevar una vida saludable en el terreno físico y mental, depende de activar el deseo de cumplir con las metas. Esas asignaturas pendientes que en alguna ocasión tuvieron que dejarse o alguna meta que siempre se quiso cumplir. Nunca es tarde para comenzar, y la edad no impide concretar sueños u objetivos.